Qué difícil despedir a un amigo del alma... qué difícil encontrar palabras que expresen con claridad el dolor y el sufrimiento que nos produce la muerte de un ser a quien amamos tanto... y a quién tanto le debemos. Porque Horacio Zaratiegui no es sólo un amigo del corazón... es también un amigo con quien compartimos la pasión por la patria, por la verdad histórica, por su querida Armada Argentina.
AFYAPPA, la revista B1, AUNAR, AVTA... y muchas otras entidades encontramos en Horacio al amigo desinteresado que colaboraba con todos... sin pedir nada a cambio... sin ánimos de protagonismo... con humildad... con grandeza... con desinterés, enseñándonos con su ejemplo personal que lo importante era la causa que nos unía... especialmente esa pasión que ponía en defender a todos los uniformados perseguidos por haber combatido al terrorismo marxista.
Horacio ya no está con nosotros en esta tierra... pero sabemos que su espíritu nos seguirá acompañando por siempre... porque supo contagiarnos de su estrella... de su idealismo... de su amor por la justicia...
Querido Horacio: gracias por todo lo que hiciste. Gracias en nombre de los presos políticos. Gracias en nombre de todos los que desde distintas trincheras, seguimos luchando por la difusión de una historia integral, que sirva de reencuentro para todos los argentinos.
“Querido marinero de agua dulce”, como cariñosamente te decíamos... los que tuvimos el honor y el gusto de conocerte, esperamos confiados el reencuentro en la casa de nuestro Padre Celestial.
José D’Angelo Rodríguez - Pedro Rafael Mercado – María Cecilia Pando
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