Recién acaba de producirse el hecho más aberrante que pudiera ocurrir. Han trasladado, a hombres injustamente detenidos en Campo de Mayo, a las cárceles comunes de Marcos Paz.
Es un día sumamente triste y me hace creer, que Dios se ha alejado de nosotros.
¡Basta de odio! ¡Basta de violencia! ¡Basta de mentiras! ¡Basta de injusticias!
Dios es AMOR. Dios es PAZ. Dios es VERDAD. Dios es JUSTICIA.
Hombres que arriesgaron sus vidas, en circunstancias en que la patria se los ordenaba.
Hombres que cumplieron órdenes, emanadas de un gobierno constitucional, para devolver al pueblo, la paz que se había perdido.
Hoy están presos, en las peores condiciones, sin considerar los graves problemas de salud por los que atraviesan. Cada uno de ellos tiene una familia que está sufriendo las graves consecuencias de tanta perversidad.
¡ Llantos de esposas, llantos de madres, llantos de hermanos, llantos de hijos ! ¡Dios óyelos! ¡Dios escúchalos! Quita de los ojos de los malvados, la oscura venda que no les permite ver. Y si así y todo, continuaran fomentando el mal y la mentira, ilumina la mente de los jóvenes de nuestra sociedad, para que de ellos surja, la defensa del bien y de la verdad.
Llega la Navidad, pero ellos los presos, la pasarán sin sus familias, con el dolor de la injusticia y del aislamiento al que fueron sometidos. Que no se olviden los que callan, que no se olviden los que mienten. El dolor es muy fuerte y tanta injusticia ya no podemos tolerar.
¡ DIOS MÍO, VUELVE TU MIRADA A NOSOTROS !
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