QUERIDOS AMIGOS:
Concretamos hoy el vigésimo segundo homenaje a las Víctimas del Terrorismo en esta histórica plaza. Y la continuidad de nuestro reclamo comienza a dar frutos. Desde distintos sectores empieza a escucharse el mismo mensaje: los terroristas y sus apoyos deben ser juzgados por Crímenes de Lesa Humanidad. Lo han dicho víctimas, pero también comienzan a hacerlo instituciones que no han perdido la memoria. Recientemente, Hugo Moyano, como Secretario General de la CGT, pidió que el asesinato de Rucci sea declarado crimen de lesa humanidad, repitiendo lo mismo que no nos cansamos de decir: que la justicia parcial no es justicia... Habrá que ver como responde el oficialismo a esta ofensiva de la verdad histórica. Esperamos que los titulares de otras instituciones también pidan por sus víctimas... ¿Lo hará el nuevo Jefe de Estado Mayor General del Ejército?.
El 11 de setiembre de 1973, el Sr Carlos Hugo Juncos, empleado del Banco de la Pcia de Córdoba, moría asesinado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo, acusado de ser informante de la policía... ellos le llamaban ajusticiamiento... porque eran la justicia popular.
El 13 de setiembre de 1974, un comando montonero asesinó a dos dirigentes peronistas de la Pcia de Chaco, que se oponían terminantemente a la infiltración en el peronismo por parte de los seguidores de Firmenich. Víctor Sánchez y Carlos Saucedo no tuvieron un mañana porque pensaban distinto a los nuevos iluminados del terrorismo criollo.
El 16 de setiembre de 1974, el Señor Luis Ibarra, de 34 años de edad, moría al estallar una bomba colocada por los montoneros en una concesionaria de una empresa acusada de imperialista y oligárquica. El atentado se inscribía dentro de las 1500 operaciones ejecutadas por los montoneros para recordar el golpe contra Perón de 1955. El pobre Ibarra nada tenía que ver... o quizá si, porque era argentino, y esto prueba de que todo el pueblo argentino fue agredido por el terrorismo subversivo.
El 19 de setiembre de aquel año, otro comando montonero concreta el secuestro de los hermanos Born, por el cual la organización terrorista consiguió 64 millones de dólares, constituyendo la acción de este tipo más rentable que se conozca hasta el momento. Cabe destacar que meses atrás, Juan Bautista Yofre, puso en conocimiento de la opinión pública que uno de los secuestrados le había confesado que cada vez que la escuchaba hablar a Nilda Garre, volvía en el tiempo y le parecía percibir la misma voz femenina que le hablaba en el oído instándolo a pagar la suma acordada. Del mismo modo, el actual diputado Juan Carlos Dante Gullo había sido detenido en abril del año 1975, en momentos en que se encontraba esperando un pago del rescate de los hermanos Born. Cabe destacar que en esta operación murieron los señores Alberto Bosch, Gerente General de Molinos Río de la Plata y Juan Carlos Pérez, chofer de la empresa. El primero estaba casado y tenía 4 hijos, de 10, 9, 8 y 2 años respectivamente. El segundo también estaba casado y era padre de tres niños, de 11, 9 y un año... ¿Y sus derecho humanos? Recordemos que el secuestro y el asesinato como parte del ataque sistemático contra una población civil también es un crimen de lesa humanidad.
El 20 de setiembre de 1974, un hecho conmueve la localidad de Santa Lucía en la provincia de Tucumán. 50 terroristas del ERP ocupan por la fuerza dicho poblado. Un grupo de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez se dirige a la cantina del Club y después de identificar al señor Héctor Zaraspe lo ultiman a quemarropa, en presencia de varios amigos. El motivo era muy sencillo: haber auxiliado con su vehículo, tiempo atrás, a un policía herido por efectivos terroristas.
Finalmente, recordamos a las víctimas de otro atentado montonero, esta vez en la ciudad de Rosario. Fue el día 12 de setiembre de 1976, cuando un vehículo de la policía de aquella provincia retornaba de haber cumplimentado un servicio en un evento deportivo. Eran simples agentes del orden, que seguramente cansados, estarían pensando en retornar a sus hogares para disfrutar la compañía de sus seres queridos. Pero los montoneros tenían otros planes... colocaron una carga explosiva en un vehículo estacionado en una calle por donde tenía que pasar el móvil policial. Y en el momento en que pasaba, estallaron los proyectos de vida de 9 policías y de dos personas que circunstancialmente pasaban por la zona. ¿Cuántos crímenes olvidados por esta sociedad sin memoria? ¿Cuánta impunidad y soberbia de los otrora terroristas?.
Pero confiamos en el futuro... y tenemos esperanzas en la justicia. Porque el pueblo argentino está recobrando la memoria, y la mentira oficial se desmorona cada día, surgiendo con fuerza la verdad de la historia.
Muchas Gracias
Concretamos hoy el vigésimo segundo homenaje a las Víctimas del Terrorismo en esta histórica plaza. Y la continuidad de nuestro reclamo comienza a dar frutos. Desde distintos sectores empieza a escucharse el mismo mensaje: los terroristas y sus apoyos deben ser juzgados por Crímenes de Lesa Humanidad. Lo han dicho víctimas, pero también comienzan a hacerlo instituciones que no han perdido la memoria. Recientemente, Hugo Moyano, como Secretario General de la CGT, pidió que el asesinato de Rucci sea declarado crimen de lesa humanidad, repitiendo lo mismo que no nos cansamos de decir: que la justicia parcial no es justicia... Habrá que ver como responde el oficialismo a esta ofensiva de la verdad histórica. Esperamos que los titulares de otras instituciones también pidan por sus víctimas... ¿Lo hará el nuevo Jefe de Estado Mayor General del Ejército?.
El 11 de setiembre de 1973, el Sr Carlos Hugo Juncos, empleado del Banco de la Pcia de Córdoba, moría asesinado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo, acusado de ser informante de la policía... ellos le llamaban ajusticiamiento... porque eran la justicia popular.
El 13 de setiembre de 1974, un comando montonero asesinó a dos dirigentes peronistas de la Pcia de Chaco, que se oponían terminantemente a la infiltración en el peronismo por parte de los seguidores de Firmenich. Víctor Sánchez y Carlos Saucedo no tuvieron un mañana porque pensaban distinto a los nuevos iluminados del terrorismo criollo.
El 16 de setiembre de 1974, el Señor Luis Ibarra, de 34 años de edad, moría al estallar una bomba colocada por los montoneros en una concesionaria de una empresa acusada de imperialista y oligárquica. El atentado se inscribía dentro de las 1500 operaciones ejecutadas por los montoneros para recordar el golpe contra Perón de 1955. El pobre Ibarra nada tenía que ver... o quizá si, porque era argentino, y esto prueba de que todo el pueblo argentino fue agredido por el terrorismo subversivo.
El 19 de setiembre de aquel año, otro comando montonero concreta el secuestro de los hermanos Born, por el cual la organización terrorista consiguió 64 millones de dólares, constituyendo la acción de este tipo más rentable que se conozca hasta el momento. Cabe destacar que meses atrás, Juan Bautista Yofre, puso en conocimiento de la opinión pública que uno de los secuestrados le había confesado que cada vez que la escuchaba hablar a Nilda Garre, volvía en el tiempo y le parecía percibir la misma voz femenina que le hablaba en el oído instándolo a pagar la suma acordada. Del mismo modo, el actual diputado Juan Carlos Dante Gullo había sido detenido en abril del año 1975, en momentos en que se encontraba esperando un pago del rescate de los hermanos Born. Cabe destacar que en esta operación murieron los señores Alberto Bosch, Gerente General de Molinos Río de la Plata y Juan Carlos Pérez, chofer de la empresa. El primero estaba casado y tenía 4 hijos, de 10, 9, 8 y 2 años respectivamente. El segundo también estaba casado y era padre de tres niños, de 11, 9 y un año... ¿Y sus derecho humanos? Recordemos que el secuestro y el asesinato como parte del ataque sistemático contra una población civil también es un crimen de lesa humanidad.
El 20 de setiembre de 1974, un hecho conmueve la localidad de Santa Lucía en la provincia de Tucumán. 50 terroristas del ERP ocupan por la fuerza dicho poblado. Un grupo de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez se dirige a la cantina del Club y después de identificar al señor Héctor Zaraspe lo ultiman a quemarropa, en presencia de varios amigos. El motivo era muy sencillo: haber auxiliado con su vehículo, tiempo atrás, a un policía herido por efectivos terroristas.
Finalmente, recordamos a las víctimas de otro atentado montonero, esta vez en la ciudad de Rosario. Fue el día 12 de setiembre de 1976, cuando un vehículo de la policía de aquella provincia retornaba de haber cumplimentado un servicio en un evento deportivo. Eran simples agentes del orden, que seguramente cansados, estarían pensando en retornar a sus hogares para disfrutar la compañía de sus seres queridos. Pero los montoneros tenían otros planes... colocaron una carga explosiva en un vehículo estacionado en una calle por donde tenía que pasar el móvil policial. Y en el momento en que pasaba, estallaron los proyectos de vida de 9 policías y de dos personas que circunstancialmente pasaban por la zona. ¿Cuántos crímenes olvidados por esta sociedad sin memoria? ¿Cuánta impunidad y soberbia de los otrora terroristas?.
Pero confiamos en el futuro... y tenemos esperanzas en la justicia. Porque el pueblo argentino está recobrando la memoria, y la mentira oficial se desmorona cada día, surgiendo con fuerza la verdad de la historia.
Muchas Gracias
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