Palabras pronunciadas en el Homenaje:
Constituye este nuestro Décimo Primer Acto de Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en esta histórica plaza. Y como todas las semanas, seguiremos reconstruyendo poco a poco esa historia olvidada y tergiversada por el gobierno nacional.
El 17 de mayo de 1975, balas montoneras asesinaban frente a su domicilio en la ciudad de Rosario al Señor Martín Larzábal, Gerente de Relaciones Públicas de la Planta Industrial METCON. Este empresario era casado y padre de dos hijos. La organización terrorista Montoneros, a la cual pertenecían entre otros Bonasso, Kunkel, Verbitzky y Dante Gullo, se adjudicó este crimen en la revista Evita Montonera Nro 5. Ellos eran la justicia popular. Los empresarios eran los oligarcas que debían desaparecer de la faz de la tierra.
El 19 de mayo de 1976, también en la ciudad de Rosario, caía asesinado con 16 impactos de bala, el señor Juan Carlos Gasparutti. Tampoco era militar ni policía. Era un Técnico que trabajaba en la Estación Transportadora de Agua y Energía de aquella ciudad. Pero los dueños de la vida y de la muerte, que ahora nos dan clase de derechos humanos, pisotearon el derecho y atentaron contra la humanidad. ¡Cuanta hipocresía! Mientras sus crímenes continúan impunes, levantan el dedo acusador contra quienes defendieron al pueblo argentino de su locura mesiánica.
El 19 de mayo de 1977 otro crimen se cometía escudados en la cobertura de luchar por un mundo mejor. El señor Aníbal Batista, Director Suplente de la empresa Celulosa Argentina, fue ultimado por un comando guerrillero después de padecer varios días secuestrado, en momentos de ser sorprendidos por las fuerzas del orden.
Una consideración aparte merece el atentado perpetrado el 17 de mayo de 1976 contra una ambulancia del Ejército Argentino, que prestaba servicios en el monte tucumano en el marco del Operativo Independencia. Una carga explosiva detonada a control remoto cuando el vehículo pasaba por una alcantarilla costaba la vida al Subteniente Médico Juan Toledo Pimentel, al Sargento Enfermero Alberto Eduardo Lai y al Soldado Conscripto Carlos Cajal, quienes se encontraban a bordo del vehículo sanitario protegido por las Leyes Internacionales de Guerra. Esto prueba que los terroristas no respetaron el derecho que rige los conflictos armados y que, en consecuencia, cometieron crímenes de guerra que siguen reclamando justicia.
Y para eso estamos y seguiremos estando todos los martes en esta histórica Plaza. Para recordar a nuestras víctimas... para rescatar los hechos olvidados de la historia oficial y para pedir que la igualdad ante la ley lleve a los estrados judiciales a quienes, en la década del 70, apelaron al terror para imponernos a sangre y fuego su modelo mesiánico de país.
Muchas gracias.
El 17 de mayo de 1975, balas montoneras asesinaban frente a su domicilio en la ciudad de Rosario al Señor Martín Larzábal, Gerente de Relaciones Públicas de la Planta Industrial METCON. Este empresario era casado y padre de dos hijos. La organización terrorista Montoneros, a la cual pertenecían entre otros Bonasso, Kunkel, Verbitzky y Dante Gullo, se adjudicó este crimen en la revista Evita Montonera Nro 5. Ellos eran la justicia popular. Los empresarios eran los oligarcas que debían desaparecer de la faz de la tierra.
El 19 de mayo de 1976, también en la ciudad de Rosario, caía asesinado con 16 impactos de bala, el señor Juan Carlos Gasparutti. Tampoco era militar ni policía. Era un Técnico que trabajaba en la Estación Transportadora de Agua y Energía de aquella ciudad. Pero los dueños de la vida y de la muerte, que ahora nos dan clase de derechos humanos, pisotearon el derecho y atentaron contra la humanidad. ¡Cuanta hipocresía! Mientras sus crímenes continúan impunes, levantan el dedo acusador contra quienes defendieron al pueblo argentino de su locura mesiánica.
El 19 de mayo de 1977 otro crimen se cometía escudados en la cobertura de luchar por un mundo mejor. El señor Aníbal Batista, Director Suplente de la empresa Celulosa Argentina, fue ultimado por un comando guerrillero después de padecer varios días secuestrado, en momentos de ser sorprendidos por las fuerzas del orden.
Una consideración aparte merece el atentado perpetrado el 17 de mayo de 1976 contra una ambulancia del Ejército Argentino, que prestaba servicios en el monte tucumano en el marco del Operativo Independencia. Una carga explosiva detonada a control remoto cuando el vehículo pasaba por una alcantarilla costaba la vida al Subteniente Médico Juan Toledo Pimentel, al Sargento Enfermero Alberto Eduardo Lai y al Soldado Conscripto Carlos Cajal, quienes se encontraban a bordo del vehículo sanitario protegido por las Leyes Internacionales de Guerra. Esto prueba que los terroristas no respetaron el derecho que rige los conflictos armados y que, en consecuencia, cometieron crímenes de guerra que siguen reclamando justicia.
Y para eso estamos y seguiremos estando todos los martes en esta histórica Plaza. Para recordar a nuestras víctimas... para rescatar los hechos olvidados de la historia oficial y para pedir que la igualdad ante la ley lleve a los estrados judiciales a quienes, en la década del 70, apelaron al terror para imponernos a sangre y fuego su modelo mesiánico de país.
Muchas gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario