El presidente Piñera recibió la solicitud posando para las cámaras. Críticas y marcha de protesta. Galería de fotos.
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21.07.2010 18:19
Piñera se estrecha la mano con el Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz. A la derecha, el presidente de la Conferencia Episcopal chilena, Alejandro Goic. Foto: AFP
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La Iglesia chilena le propuso hoy al gobierno de ese país que indulte a militares condenados por crímenes contra los Derechos Humanos durante la dictadura militar y desató la polémica.El presidente chileno Sebastián Piñera recibió en el Palacio de la Moneda al titular de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Alejandro Goic, y trascendió que va a “reflexionar sobre la propuesta”. Mientras tanto, familiares de las víctimas de la represión militar rodearon la Casa de La Moneda para protestar por la propuesta de la Iglesia, a la que consideran “inaceptable”.
El encuentro de Piñera con los referentes de la Conferencia Episcopal de Chile, que hasta posaron juntos para las fotos, tuvo repercusiones incluso en la Iglesia Evangélica, que también anunció que le hará al presidente chileno su propia propuesta de indultos a los represores.
La propuesta de la Iglesia Católica se basa, según anunciaron, en la proximidad de los festejos del bicentenario de la independencia chilena, que se cumple en septiembre. El pedido es que no se exceptue de esa celebración a los militares involucrados y sentenciados por violar los derechos humanos durante el régimen de Augusto Pinochet.
"No olvidemos que no todos ellos tuvieron igual responsabilidad en los crímenes que se cometieron. A nuestro parecer no cabe ni un indulto generalizado ni un rechazo general del indulto para todo ex uniformado condenado" por crímenes en la dictadura, dice la propuesta, informó la agencia AFP.
Y agrega: "La reflexión debe distinguir, por ejemplo, el grado de responsabilidad que le cupo a cada uno, el grado de libertad con que actuó, los gestos de humanidad que tuvo y el arrepentimiento que ha manifestado por sus delitos", señala el documento eclesiástico.
Al término de su reunión, la ministra secretaria general de Gobierno de Piñera, Ena Von Baer, aseguró a la prensa que "el presidente va a reflexionar respecto a este documento y va a tomar una decisión en base a los compromisos con la verdad y la justicia, la unidad nacional, la seguridad ciudadana y las consideraciones humanitarias".
La Iglesia Evangélica, en tanto, también anunció que hará una propuesta parecida, informó el diario local La Tercera . "Creemos que es muy importante que el Estado de Chile, en este Bicentenario, se comprometa en una propuesta de oportunidad de rehabilitación para todas las personas privadas de libertad y que pueda ofrecer plazas de trabajo", señaló el presidente de la entidad religiosa, Emiliano Soto.
Mientras transcurría la reunión en La Moneda, familiares de víctimas de la dictadura llegaron hasta sus alrededores para protestar por la propuesta eclesiástica. "Hemos escuchado a monseñor Goic que ellos no van a excluir a nadie de esta propuesta. Cuando no excluyen, entonces incluyen a los violadores de Derechos Humanos, y eso es inaceptable", dijo a la prensa Lorena Pizarro, presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
La propuesta fue bien acogida en la derecha chilena que gobierna Chile. "Es una visión realista, no va a los extremos, es integradora", aseguró el senador de la conservadora Unión Democrática Independiente, Patricio Melero. Mientras que el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, agregó: "La Iglesia aplica la compasión de manera uniforme. La compasión no conoce categorías".
La oposición, en tanto, rechazó el planteamiento. "Rechazo totalmente ese pedido. Cuando se invoca la misericordia, es precisamente lo que los violadores de DDHH no tuvieron con sus víctimas", dijo a la AFP el diputado opositor Jorge Tarud. Y el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami criticó desde Costa Rica el posible indulto. "A mí no me gustan las monarquías presidenciales. El indulto en Chile es una institución monárquica, la idea de que un rey, un monarca, que puede perdonar".
La dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) dejó 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos. Más de 500 militares de la época están procesados por estos delitos.
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