En consideración a noticias de público conocimiento aparecidas en algunos medios de comunicación, referidas al pintado en Plaza de Mayo de blasones negros sobre los Pañuelos Blancos que simbolizan a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y a una presunta denuncia penal presentada por el actual Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña, en contra de mi persona, como presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina, cumplo en efectuar las siguientes aclaraciones:
1. Respecto al pintado del Símbolo de las Víctimas del Terrorismo por sobre los Pañuelos Blancos de las Madres de la Plaza de Mayo.
Fue el día martes 04 de marzo del año 2008 el Primer Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en Plaza de Mayo. Fue en dicha fecha, la primera oportunidad en que se pintó sobre este lugar histórico, el símbolo de las víctimas que dejó en nuestra patria el accionar terrorista en la década del 70. Los que iniciamos esta cruzada por la verdad histórica reclamamos ese día una Plaza sin Discriminaciones y una Justicia sin Impunidad para los Terroristas de los 70.
Porque respetamos el dolor de las Madres de Plaza de Mayo, tuvimos especialmente en cuenta no tocar, ni ensuciar el símbolo que históricamente las ha representado. Sin embargo, sosteníamos y seguimos pensando, que los pañuelos pintados en la plaza sólo representan una parte de la terrible tragedia que sufriera el pueblo argentino en la década del 70. Ninguno de los sectores que participaron del conflicto armado puede sentirse propietario exclusivo del dolor. En Plaza de Mayo faltaban las Víctimas del Terrorismo, para que la memoria hemipléjica diera lugar a la historia, y de la mano de ésta pudiéramos llegar a la postergada reconciliación nacional.
Pero nuestra actitud generosa no fue correspondida por la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que dos días después, bajo el grito estrepitoso de que la Plaza era de las Madres y no de los Cobardes, tachó con pintura negra y roja el humilde símbolo que representaba a nuestras víctimas. Basta con entrar al sitio de Internet de dicha asociación para comprobar fehacientemente lo que estamos afirmando.
Pero no estábamos dispuestos a renunciar a nuestro reclamo, y cada martes del 2008, volvimos a Plaza de Mayo a pintar nuevamente nuestro símbolo sobre las tachaduras del odio y del resentimiento que pretendían negar a nuestros muertos. Durante todos nuestros actos del año 2008 sus pañuelos históricos jamás fueron tocados, mientras que nuestros símbolos eran sistemáticamente tachados todas las semanas. Nosotros respetamos su lugar, respetamos su dolor, y pretendíamos tener el mismo tratamiento.
A principios del presente año, la Asociación Madres de Plaza de Mayo cambió su estrategia. Habían fracasado en su intento de hacernos desistir de nuestra lucha. Las tachaduras, las amenazas y los insultos no habían quebrado nuestra serena y firme convicción de continuar trabajando por una Plaza de Mayo para todos los argentinos. Fue entonces que decidieron reemplazar las tachaduras de brocha gorda, por el dibujo de nuevos pañuelos blancos por sobre el símbolo de las víctimas del terrorismo. Ya no quedaba ninguna duda. Considerándose a sí mismas las dueñas de la plaza y las propietarias exclusivas del dolor, directamente tacharon con su pañuelo blanco el símbolo de nuestros muertos, tratando de completar de este modo el olvido sistemático de las víctimas del terrorismo.
Nos pareció demasiado. Durante todo un año habíamos soportado en silencio que se tache nuestro reclamo con pintura negra y roja. Pero ahora ya no era lo mismo. No se trataba de tachaduras anónimas e inorgánicas. Las Madres de Plaza de Mayo, a quienes nosotros habíamos respetado en su dolor, en un acto de soberbia y desprecio por nuestros muertos, pretendieron con su pañuelo hacer desaparecer de la historia a las víctimas del terrorismo demencial.
Esa fue la razón por la cual decidimos recuperar nuestro lugar. Y en todos los sitios donde estaban originariamente pintados nuestros símbolos, volvimos a dibujarlos, aunque en los mismos estuviera pintado en el presente un pañuelo de las madres. Sus pañuelos históricos fueron nuevamente respetados, ya que sólo representamos el símbolo de nuestras víctimas en aquellos lugares donde sistemáticamente habíamos sido tachados por la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Esta es la verdad de los hechos. Cabe destacar que en nuestros corazones no hay odios ni rencores, y que seguimos manteniendo el principio de respetar el dolor y el lugar de las Madres. Lejos de nuestro espíritu la confrontación. Sólo queremos que nuestras víctimas también tengan un lugar en la historia. A nuestro criterio, asumir la verdad completa de los hechos pasados, resulta condición necesaria para no volver a cometer los mismos errores en el futuro. (Para un conocimiento detallado de cómo se sucedieron los hechos brevemente resumidos en este documento, los remitimos a la página http://afyappa.blogspot.com/, donde se encuentran registrados, entre otros aspectos, imágenes y palabras pronunciadas en cada uno de los homenajes desarrollados en Plaza de Mayo).
2. Respecto a la presunta denuncia efectuada contra mi persona por el actual Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña, por daños agravados, apología del delito y actitudes intimidatorias.
En primer término, cabe aclarar que tengo conocimiento de esta presunta denuncia a través de información publicada por el Diario Página 12 el día viernes 08 de mayo próximo pasado, razón por la cual, desconozco, en principio, el grado de veracidad que posee la misma.
Demás está decir que desde este momento me pongo a disposición de la justicia para que investigue todo aquello que considere necesario respecto a mi persona. Si algo ha caracterizado mi actividad pública es precisamente la frontalidad y transparencia de mis actos, razón por la cual, nada temo de los hombres, ni siquiera de esta justicia.
No obstante lo antedicho, a los efectos de conocer la seriedad de la denuncia atribuida a Carlos Pisoni, me gustaría destacar algunos aspectos que se desprenden de sus comentarios publicados en la nota periodística mencionada previamente.
Manifiesta Pisoni que “desde que Afyappa comenzó con estas manifestaciones, en octubre del 2006, ya van 32 marchas en las que se pintan crespones sobre los pañuelos”. Como material probatorio, seguramente presentará un almanaque que comprenda los años 2006 al 2009, ya que el meticuloso estudio del denunciante se limitó a contar retroactivamente cuántos primeros martes de cada mes pasaron desde el último homenaje desarrollado (Nro 32) hasta llegar al mes de octubre del 2006. Si con esta seriedad empezamos, no vamos a llegar demasiado lejos. Le recomiendo al Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña que ingrese a nuestra página de Internet http://afyappa.blogspot.com/ , donde seguramente encontrará información mucho más importante que la que le da el almanaque.
Ahí se enterará por ejemplo que el primer acto de homenaje se llevó a cabo el día 04 de marzo del 2008 y si su capacidad investigativa se lo permite, podrá observar los hechos no sólo en la Página de AFyAPPA, sino en los principales medios de comunicación social que cubrieron el evento, donde se ve claramente que no se tachó ningún pañuelo blanco. También podrá corroborar en dicha página, que en 30 de los 32 Actos de Homenaje desarrollados hasta el presente, nunca fueron tocados los pañuelos blancos históricos de las madres, sino que nos limitábamos a repintar nuestros símbolos tachados con pintura negra y roja por algún amante de estos colores. Y finalmente, sí podrá constatar que en los últimos dos actos, como consecuencia de la estrategia de la Organización Madres de tapar nuestros símbolos con su pañuelo, nos vimos en la obligación de hacer lo propio para no perder la representación de nuestras víctimas en el suelo de la Plaza.
Pregunto al funcionario acusador: Con conocimiento de estos hechos, ¿Hará alguna denuncia penal contra la Asociación Madres por tachar nuestros símbolo con el dibujo de su pañuelo o contra quienes, sin dar la cara, se encargaron sistemáticamente desde el 04 de marzo del 2008 de ensuciar nuestros símbolos del suelo de la plaza? ¿O eso no constituye ningún daño?. Le recomendamos también que investigue los hechos sucedidos el jueves 06 de marzo de 2008, cuando dos vehículos con logos pertenecientes a las Madres de Plaza de Mayo ingresaron a la plaza y desde su interior descendieron cuatro personas con pintura negra y roja específicamente para tachar con dicha pintura el símbolo que habíamos pintado el día martes anterior. Estimado Pisoni… espero que esté a la altura de las circunstancias… porque sería muy bueno investigar a fondo para comprender donde se encuentra la verdadera impunidad.
Continúa el funcionario porteño “Hice la denuncia con la intención de que la Justicia determine que esas cosas no pueden hacerse más. No creo que un juez meta presa a una figura pública como es Cecilia Pando, pero sí puede prohibirle volver a pintar crespones negros sobre los pañuelos y hacer pública su defensa de la dictadura y el menosprecio a los organismos de derechos humanos, que tienen reconocimiento nacional e internacional”.
Por lo que surge de las declaraciones, pareciera ser que el bien a tutelar por el funcionario resultarían ser los pañuelos blancos, de tal forma que el objetivo de la denuncia no sería otro que prohibirme volver a pintar sobre los pañuelos de las madres. Para eso no hace falta la intervención de ningún juzgado, basta con que la Asociación Madres comprenda que la Plaza es de todos los argentinos y que no vuelva a pintar sus pañuelos tachando el símbolo de nuestros muertos.
Respecto a la supuesta defensa pública que efectúo de la dictadura, me limito a que la justicia y el funcionario denunciante analicen todos los artículos, comunicados y reportajes efectuados a mi persona. Me sé una persona profundamente democrática y republicana, que ha aprendido a valorar en carne propia la importancia de la libertad, precisamente porque el régimen de gobierno que padecemos actualmente a nivel nacional, cercenó mis derechos ciudadanos. A diferencia de quienes tienen la mirada turbia por las ideologías, reniego de todo régimen totalitario, sea este de izquierda o de derecha, con lo cual queda claro mi pensamiento respecto a cualquier gobierno de jure o de facto que ataque el sagrado valor de la libertad.
Respecto al menosprecio que se me atribuye respecto a los organismos de derechos humanos con reconocido prestigio nacional e internacional, me pregunto si no se les está yendo un poco la mano en su caza de brujas. Le ruego al denunciante que por favor me permita, en uso de mi libertad, calificar como positiva o como negativa a la actividad de los organismos que dicen defender los derechos humanos. Para que no le quede ninguna duda de mi opinión al respecto, quede asentado como registro que para mí, el grado de confiabilidad de los organismos de derechos humanos equivale aritméticamente al grado de confianza que me inspira el INDEC en el costo de vida. ¿Mereceré otra denuncia penal por esto?
Lo espero con los brazos abiertos para proteger mi libertad, porque aunque usted no lo entienda, Señor Carlos Pisoni, en la línea argumental que sigue su razonamiento, se pone de manifiesto el autoritarismo y el deseo escondido de la censura, que busca disciplinar la mente de quienes no piensan como usted. Al fin y al cabo, resulta natural que así sea… ¿Usted trabaja en Derechos Humanos, no?.
María Cecilia Pando
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