miércoles, 17 de marzo de 2010

Estadistas se buscan.El ejemplo uruguayo.

Una vez más, el presidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica, sorprende a los argentinos al manifestarse por segunda vez en pocos días a favor de la búsqueda de caminos de concordia, consensuados con los distintos sectores de su país, para superar los enconos de la guerra en los ‘70.

Nadie como él – integrante de los Tupamaros, que sufrió 13 años de cárcel- está más autorizado para proponer una reforma legal que alivie la rigurosidad de la prisión que padecen actualmente los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que enfrentaron la acción de la guerrilla en aquellos años.

“Yo no quiero tener viejos presos…Viejos de 75, 80 años…pero no sólo los militares, ningún preso a esa edad…” señaló el mandatario quien, hace unas semanas y a pocos días de asumir ya había mostrado su desacuerdo en que los militares estuviesen encarcelados, lo mismo que su mujer Lucía Topolansky, la senadora también perteneciente antaño a los Tupamaros.
Cabe recordar que el pueblo uruguayo ya se expresó claramente y en varias oportunidades sobre el particular. Primero, a través de sus representantes en 1986 a través de la llamada “Ley de Caducidad” que colocaba un límite en el tiempo a la persecución penal. Esto significó una suerte de punto final que, luego, fue ratificado por el pueblo oriental en un referéndum en el año 1989.

Como los cultores del odio también existen en el vecino país y pese al claro pronunciamiento de la ciudadanía en 1989, el año pasado aquellos pretendieron reflotar la posibilidad de la persecución y la venganza y el pueblo volvió a decirles que no, mediante el mecanismo del plebiscito y en el mismo acto electoral que consagró a Mujica. Los uruguayos ratificaron su firme deseo de que el pasado sea superado. Ahora su presidente los escucha y avanza en la misma dirección: el futuro.
Mientras tanto nosotros, con un Estado sin estadistas, en vez de proyectar políticas a 30 años nos enredamos en lo que sucedió 30 años atrás y, para peor, con una mirada parcial, por lo tanto incompleta, por lo tanto injusta, que clama justicia.

Ya nuestra institución (AFyAPPA) ha señalado este camino en distintas oportunidades. Hace pocos días, refiriéndonos a lo que acontece en la Argentina, señalábamos: “Tenemos un espíritu alejado de todo revanchismo. No somos, ni pretendemos ser la contracara de las organizaciones de derechos humanos. No estamos acá en contra de nadie, sino a favor de la concordia entre todos los argentinos. No somos una facción que intenta imponer su ideología. Somos una parte del pueblo argentino que está cansada de vivir en la confrontación permanente”. (www.afyappa.blogspot.com)

Por eso la insistencia del mandatario uruguayo en sembrar semillas de concordia y no de odio, debe servir de ejemplo a la clase dirigente argentina que se prepara para suceder a este gobierno que, a no dudarlo, pasará a la historia como el gobierno de la crispación, la confrontación y los desencuentros.

Buenos Aires, 15 de Marzo de 2010

Cecilia Pando
Presidente
AFyAPPA

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