En el marco del proceso que se le abrió en Corrientes por supuestas amenazas, Cecilia Pando –al prestar declaración indagatoria- denunció por diversos delitos de acción pública al Secretario de DDHH Eduardo Luis Duhalde.
Cecilia Pando fue llamada a prestar declaración indagatoria acusada de haber proferido supuestas amenazas contra el nombrado durante la lectura de un veredicto en el cual se condenó a algunos militares y policías por hechos ocurridos en 1976 en aquella provincia.
Pando indicó que si bien no puede ratificar lo que dijo dado que fue producto de un estado de indignación causado por las agresiones, insultos, ofensas y burlas de que fue objeto por parte de militantes de las llamadas “organizaciones de DDHH”, presentes en la audiencia, todo lo cual le hizo perder consciencia sobre los términos en los cuales se dirigió al Secretario de Estado, señaló que observando el registro fílmico pudo comprobar que todo lo que le dijo está comprendido en un libro de reciente publicación que había leído antes de concurrir a aquel juicio (“Chaya, George. “Montoneros: Conexión local de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA”. Ed Dunken).
El libro es de un historiador de origen libanés, escritor, docente y analista político, que liga al actual Secretario de Derechos Humanos con varias organizaciones terroristas que actuaron en el país en los años 70, citando las constancias de causas judiciales, publicaciones de las propias organizaciones y otras fuentes de conocimiento público.
El escritor vincula a Duhalde y a la organización “Montoneros” -en la que tenía el grado de “Oficial” y nombre de guerra “Demián”- con las organizaciones terroristas de origen islámico que celebraron acuerdos militares con “Montoneros” en los años 80. Los islamistas proveyeron a “Montoneros” de cohetes RPG7 y brindaron entrenamiento militar a jóvenes argentinos enviados a campos en Siria y el Líbano. Esas organizaciones terroristas islámicas que mantuvieron una fuerte relación a lo largo del tiempo con “Montoneros”, son las que materializaron los dos atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en nuestro país.
El libro señala que junto a Rodolfo Ortega Peña, Duhalde fundó la revista “Militancia”, cuyo lema era “Apoyo a los leales. Amasijo a los traidores”. Y en una sección llamada “Cárcel del pueblo” (el mismo nombre que los terroristas llamaban a los lugares donde retenían, torturaban y asesinaban a sus víctimas), condenaba a hombres que luego irían a ser asesinados. Así ocurrió con Arturo Mor Roig, político radical Ministro del Interior del gobierno del Gral. Lanusse; con el sacerdote Carlos Mugica y con José Ignacio Rucci. “La revista del actual Secretario de Derechos Humanos –dice Pando citando el libro- destaca la “ejemplaridad” de las acciones de la organización terrorista islámica “Septiembre Negro”, una de las mas sanguinarias de la época y autores del asesinato de once deportistas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich.
Expresó Pando asimismo que la presencia de Duhalde y diputados miembros del Consejo de la Magistratura en el lugar del público, tenía la inocultable finalidad de presionar a los Jueces para dicten condena a los imputados.
Señaló que el libro al que hizo referencia indica que los juicios seguidos a militares y policías en Argentina son ilegales ya que la prescripción y las amnistías son consideradas insólitamente vigentes sólo para los terroristas. Y que el gobierno y el citado Consejo de la Magistratura se han constituido en un aparato para presionar a los jueces y camaristas y castigarlos en caso de que concedan cualquier beneficio o fallen a favor de policías y militares que actuaron contra el terrorismo, tal como lo ha denunciado el periodismo independiente, intelectuales, magistrados y la propia Asociación de Magistrados y Funcionarios.
“Libre y amnistiado –dice Pando refiriéndose a Duhalde- supervisaba cómo se condenaba ilegalmente a militares y policías que tenían 23 o 25 años en esas épocas, defensores de una sociedad atacada por jóvenes de la misma edad a quienes, con su actividad y adoctrinamiento, como puede verse, lanzó al asesinato y a la muerte”
Agregó que lo que muestra el video son expresiones producto de esa indignación que no tienen entidad para alterar el ánimo de un hombre como Duhalde. “Basta preguntarse –dice- cómo podría una simple ama de casa, madre de siete hijos, sin bienes y con ingresos mínimos, tener capacidad para amenazar, con alguna entidad, a un hombre rico, poderoso, miembro de una de las organizaciones terroristas mas importantes, numerosas y con mayores medios económicos del mundo, como lo fue (o lo es) Montoneros (ver el mismo libro pág. 70); que es funcionario público; que cobra un sueldo exorbitante, tiene custodia policial, medios ilimitados, viaja al exterior y tiene registradas fotografías con asesinos como Mario Santucho (ver la tapa del libro “Volver a Matar” de Juan Bautista “Tata” Yofre, recientemente publicado), y con jefes de Estado tan poderosos como Fidel Castro o Chávez.
“Que un hombre como Duhalde se sienta amedrentado por una persona como yo, es lo mismo que si Bin Laden se sintiera amenazado por un niño” dijo Pando en su declaración.
“Soy yo –afirmó- y muchas personas como yo las que le tenemos miedo por su pasado y por su presente. Pero consideramos un deber superar ese miedo y enfrentarlos con el fin de que cesen de hacerle daño a la sociedad toda, como lo están haciendo, al perseguir a las fuerzas armadas, a las de seguridad y a las policías, para concretar una revancha vil contra estas instituciones que los derrotaron en los ‘70.
Personalmente, además, me da vergüenza que un terrorista confeso se encuentre al frente de un cargo de Secretario de Estado de mi país, y considero un despropósito que defienda los derechos humanos de algunas personas, mientras masacra los de otros. Cincuenta y cuatro militares y policías han muerto en cautiverio desde que Duhalde y otros de este gobierno decidieron reabrir las causas amnistiadas y prescriptas. Y otros quinientos sufren prisión y sus familiares persecuciones y diarias vejaciones y humillaciones ante la pasividad del Secretario de Estado, culpable de los asesinatos y atentados de otrora, y co-responsable también de los crímenes a los que asistimos ahora”.
“Mi deseo es que Duhalde vaya preso por todos los delitos que cometió y por aquellos que se están cometiendo contra los militares y policías, por la discriminación que hace de personas en su función, por propiciar condiciones peores de detención para ancianos ex militares que mantienen presos en cárceles sin higiene ni asistencia médica, por los 54 muertos en estas condiciones, por presentarse como querellante y usar todos los medios de la Secretaría sólo para estos delitos sin perseguir uno solo de los cometidos por sus ex cómplices de asesinatos y atentados. Por dejar que se destruyan miles de familias por el accionar de la delincuencia común, mientras vuelcan todos los medios de la justicia federal en todo el país, y nuevas estructuras financiadas con fondos que él mismo gestiona, para perseguir supuestos delitos (ya prescriptos) ocurridos hace 35 años. Por falsear la verdad, como la existencia de 30.000 personas desaparecidas por parte del gobierno militar, mientras su propia Secretaría publica un informe donde la cifra de muertos en combates y desaparecidos durante el gobierno peronista y militar no llega a 10.000; que también son cifras basadas en datos falsos tal como lo señaló hace dos días Graciela Fernandez Meijide en notas periodísticas.
Pando pidió que se extraigan fotocopias del presente y se disponga su envío a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital para que mediante el sorteo de estilo, designe el o los magistrados que habrán de actuar en las denuncias de los delitos por los que acusó al señor Eduardo Luis Duhalde y todos los coautores, cómplices o encubridores de dichos ilícitos.
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