El Obispado de Valparaíso precisó, a través de su vicario general, monseñor Leopoldo Núñez, la participación que le cupo en la diócesis al sacerdote trasandino Christian von Wernich, condenado recientemente a cadena perpetua por violaciones a los derechos humanos en Argentina.
El obispado puntualizó que von Wernich permaneció en Chile entre los años 1996 y 2003 y negó que el religioso haya estado siete años oculto en la Parroquia de El Quisco, o que se hubiese cambiado de nombre para evadir la acción de la justicia, como se ha expresado.
En un extenso comunicado difundido este martes, se señala que la diócesis sabía que el sacerdote había sido capellán de la Policía de Buenos Aires. Además se expresó que nunca ocultó su identidad, y que su primera destinación fue en una parroquia de Viña del Mar, donde actuó con su nombre y apellido.
Asimismo que, para sus vacaciones, von Wernich viajó en reiteradas oportunidades a Argentina, incluso, estuvo cerca de un año en Inglaterra y a su regreso fue asignado a la parroquia de El Quisco, donde desarrolló su labor pastoral.
Frente a rumores y publicaciones que lo implicaban en situaciones atentatorias a los derechos humanos y al ser consultado directamente por el obispo –añade la declaración- von Wernich siempre alegó inocencia, comprometiéndose a responder a cualquier requerimiento de la justicia trasandina. En abril del 2003, y mientras se encontraba en Argentina, von Wernich renunció por escrito a la parroquia de El Quisco y se quedó en ese país.
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