Estimados:Difícil comprender una situación determinada sin examinar la información del "entorno". Por eso -y aunque tarde, por lo que va con disculpas- es casi imposible describir lo vivido el pasado viernes 5 de octubre, Día Nacional de homenaje a las Víctimas del terrrorismo, en Plaza San Martín, sin "ubicarse" en el momento: "...el temporal de lluvias intensas y caída de granizo en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense generó anegamientos en varias calles, problemas en los subtes y trenes y el corte de energía eléctrica en algunos barrios porteños..." (varios medios, 6/10/07).
Foto: Buenos Aires, Plaza de Mayo, 5/10/07."...Las tormentas con ráfagas de viento, abundante caída de agua y ocasional de granizo, seguirán en la ciudad de Buenos Aires..." (www.minutouno.com; 5/10/07).
Foto: Buenos Aires, Plaza San Martín, 5/10/07.
"...El diluvio provocó varios trastornos en los servicios y accidentes de tránsito.... El Premetro estuvo interrumpido... El servicio de la línea C estuvo suspendido por el anegamiento de las vías y la línea D prestó un servicio reducido entre Plaza Italia y Catedral debido a falta de energía..." (La Nación, 6/10/07).
"Diluvio, muerte y caos en Buenos Aires" (La Voz de Córdoba, 6/10/07).
Ante este panorama, no agradecer a las personas que pese a todo se hicieron presentes en el homenaje a las Víctimas del terrorismo sería criminal. La consigna "Llueva o truene, las Víctimas merecen nuestra presencia" fue cumplida por más de 4000 argentinos que no se dejaron amedrentar ni por las contramarchas terroristas, ni por la inclemencia del tiempo, ni por órdenes ilegales emanadas de cobardes y pusilánimes de uniforme (sí, porque pese a lo ordenado por Bankito y sus yénerals de pacotilla, hubo hombres del Ejército Argentino, en actividad, rindiendo honores a sus camaradas muertos, asesinados por quienes, desde escritorios gubernamentales, dieron la orden original a los mandos del ejército K.).
Así, cual extraña representación de los lluviosos sucesos de Mayo de 1810, el monumento al Libertador vio centenares de paraguas, bajo cuya casi inútil protección miles de compatriotas memoriosos demostraron que no todos son dóciles, no todos se dejan engañar, no todos están dispuestos a dejar la historia en manos de los mentirosos y sus cómplices.
Entonces, ¿fuimos más -en cantidad- que el año pasado, como pidieron los organizadores? No. Sin embargo, fuimos MAS -mucho MAS, en esencia-, porque teniendo todo en contra, este nuevo homenaje -que tanto le duele a los terroristas y sus simpatizantes- fue un EXITO.
Pese a lo que nos tienen acostumbrados, algunos medios informaron correctamente -o casi- lo ocurrido. La Nación pareció volver a ser aquel diario con el que muchos nos criamos; Klarín -sí, créase o no-, volvió por un rato a parecerse al verdadero diario de Noble... y no de su viuda. Ambos medios "grandes" dieron cuenta de la presencia de "4000 asistentes". Ambito se portó bien (pero habló de "acto de ex militares", cosa que no es cierta), aunque en su versión digital, el mismo viernes, estimó un tibio -e incorrecto- "más de un millar" de asistentes, y recordó a "Mabi" Picón como "la viuda del capitán Viola", omitiendo -u olvidando- toda mención a María Cristina, su pequeña hija de tres años (¡TRES años!) asesinada por el "erp" junto a su papá.
Otros medios no pudieron con el genio, y recurrieron a las mentiras habituales, llegando a extremos como el de El Tribuno, de Salta, que informó que "Aproximadamente unas 150 personas vinculadas con asociaciones de ex militares" bla, bla, bla, o El Ciudadano, de Santa Fe, que titulando "Militares al ataque" dio cuenta de "casi un millar de asistentes", o los foráneos La Jornada, de México -diario bien de izquierda, en el que supieron trabajar varios terroristas criollos en su dorado exilio azteca- que descaradamente informó a sus incautos lectores que "Civiles y ex militares piden amnistía por represión en dictadura argentina...", aunque una línea más abajo detallaba que "Los manifestantes pidieron el indulto para los acusados de crímenes de lesa humanidad..." (¿en qué quedamos, charro????), o el más cercano El Deber, de las tierras de don Evo Morales, que sin que se le mueva un músculo de la primera plana dijo "Argentina: piden amnistía por represión en la dictadura"!!!!!. (parece que lo de la "amnistía" salió de la agencia France Press, lo que no sorprende mucho...).
Foto: homenajes en el Interior (Córdoba, Mar del Plata y Mendoza)
Compatriotas del Interior del país realizaron homenajes simultáneos en Córdoba, Mar del Plata, Mendoza y Trelew. Vale mencionar el caso de Mendoza, ciudad en la que se realizó una misa. En nombre de la AVtA (Asociación de Víctimas del terrorismo en Argentina), una invitación a esa ceremonia religiosa le fue llevada personalmente al Comandante de la VIII Brigada del ejército K. Resultó "pólvora en chimangos": ningún militar con ese destino se hizo presente en la recordación a sus camaradas asesinados por el terrorismo. Absoluta y tristemente esperable. Cumplieron la orden ILEGAL, INCONSTITUCIONAL que la Garré le "bajó" a los generales o, como bien dice un amigo, "enerales" ("...Sin palabras para expresar el asco que me dan estos enerales, ya no merecen ni la "g" minúscula (la "g" es la primera letra de grandeza, gallardía, generosidad y también integra la palabra orgullo que es, justamente, lo que estos cabrones no tienen). Más que generales o mejor dicho enerales, deberían ostentar el grado de "particulares", ya que sólo atienden a sus propios intereses, es decir, sus curros particulares...").
Cada uno sabrá porqué estuvo ausente... tanto como los que fuimos, sabemos porqué lo hicimos. Tengo en mi poder copia de los discursos leídos en el acto, como así también del "racconto" histórico que hicieron los "maestros de ceremonia" y que marcó el "entorno" del homenaje. Quien los quiere, me los pide (tres archivos Word, de 80, 32 y 36 KB. respectivamnete).
Para terminar, ¿qué mejor manera de "sentir" lo vivido que en las palabras de los asistentes? Abajo van los relatos y reflexiones de amigos de la lista, que mojados hasta el cu... ello, hicieron caso omiso al clima y así crearon nuestro propio microclima, uno pleno de verdad, de agradecimiento, de orgullo de saberse argentinos. Pero "en serio".
Saludos,
Horacio
Mojado pero contento
"Hoy, habiendo regresado hace unas pocas horas de un paseo por una popular plaza de nuestra ciudad, algo mojado pero con el espíritu renovado de fé y esperanza, sentí de golpe la necesidad de reflexionar sobre algunas cuestiones.Algunas tontas preguntas y abstracciones. Propias de la edad seguramente o también, de las arterias un tanto obstruidas.O culpa de la pertinaz llovizna que me despertó algunas neuronas melancólicas.Y me puse a charlar con mi loro Zaratustra.Y al final, después de muchas disquisiciones, mi viejo compañero de mañanas con mate y galletas marineras, causó mi asombro cuando me preguntó:¿Cuánto valen la indiferencia y la distracción?¿En qué moneda cotizan? ¿Son remunerativas o se pagan en negro?¿Qué dineros o prebendas hacen que lo olvidemos todo?¿Cómo hacemos para ser indiferentes hasta con los inocentes y los niños?Siendo hijos de la misma madre, ¿qué nos hace diferentes? ¿Somos acaso parecidos, aunque en el fondo tan distintos?¿Qué nos cambió?¿Qué o quién los cambió a ellos? Cuándo dejen de ser lo que son, y pasen a ser lo que no desean, ¿cambiarán de opinión?¿Dirán que no sabían?¿Dirán que no podían?¿Dirán que fueron obligados?¿Nos juntaremos nuevamente y haremos como que nada sucedió?¿Les abriremos amistosamente los brazos y todo quedará en el olvido?¿Antes había órdenes que no se debían cumplir porque eran inmorales?¿Y ahora, qué?Cuantas dudas tiene, ¿no?"Juan Mondiola
Foto: Silvia, hija del secuestrado, torturado y asesinado Tcnl. Jorge Ibarzábal,
expresando durísimas palabras contra los defensores del terrorismo.
Reflexiones (I)"A esta altura, lo que fuera prometido como reseña terminará, por el correr del tiempo y por la presencia de nuevos hechos de gran repercusión, circunscripto más a la crónica testimonial, a la experiencia subjetiva, a una pincelada no exenta de opinión e impronta personal.Me arriesgo de todos modos, en la esperanza que igual te ayude a pintar el cuadro de lo que vivimos el día viernes pasado.
Podría comenzar haciendo referencia a debilidades y miserias a las que ya estamos acostumbrados y que -creo- a esta altura, como decían las abuelas, si no dañan, fortalecen.Podríamos entonces aludir a la prensa mayoritariamente mezquina y al gran arco en que se abre, desde la infamia hasta la cobardía disfrazada de indiferencia: en todos los casos no se trata más que de sumisiones al régimen o a sus ideologías. Pero esto sería dedicarle más espacio del que ellos dedicaron.Podríamos también hablar de miserias e indignidades institucionales bajo las formas de admonitorios radiogramas generados desde inmerecidos despachos donde, junto con los cuadros descolgaron el honor y la autoridad: Alguna vez hubieron Soldados, allí, donde hoy se arrastran patéticos lamebotas del poder. Pero no es ninguna novedad que precisamente esta fauna rastrera es la que se ha encaramado bajo el auspicio de tuertas y vindicativas miradas en las conducciones de lo que otrora eran las Fuerzas Armadas -con mayúscula, diría algún conocido tuyo que suele marcarnos la huella con sus colaboraciones electrónicas- y que hoy no son ni la sombra de aquellas ni de sus ideales.Podríamos referirnos a los veinte gatos locos (literal en el número, no en la especie animal) que constituyeron la mentada contramarcha con la que desde dos días antes se vino amenazando. No les alcanzaban las manos para sostener pancartas y carteles que los superaban en número, abarcando un módico espacio en esa suerte de vereda extendida que conforma la intersección de Florida con Marcelo T. de Alvear.Pero esto sería asignarles una inmerecida trascendencia. Podría, en fin, arriesgar algunas apostillas acerca de un nutrido número que superaba sin dudas las dos mil personas que amén de poner el cuerpo a reales o virtuales amenazas y a radiogramas, soportaron con estoicismo una llovizna pertinaz, casi como una alegoría de toda esta historia que estamos viviendo. Pues al igual que aquella llovizna, no puede hacer mella en espíritus que siguen intactos pese a todo. También podríamos mencionar que el espacio ocupado por la gente en la Plaza no se diferenciaba mucho del que un año atrás nos acogió, entonces con un clima más benigno. Que esa misma superficie hoy estaba plagada de paraguas dificultando la visión de las imágenes proyectadas, cuyo valor y emotividad sabemos, porque ya las conocemos y las tenemos incorporadas en la memoria. Pero nada de esto nos es nuevo o extraño. Prefiero entonces quedarme en tres conceptos que creo definen lo vivido y en unas frases que sintetizan lo que todos sentimos.Los conceptos, que son el saldo que este nuevo encuentro me deja: Respeto. Homenaje. Dignidad. Respeto absoluto por todos aquellos que perdieron su vida en manos del terrorismo. Del único y verdadero terrorismo. Respeto por aquellas vidas y sus muertes. Por su memoria y su legado. Respeto por sus rostros, que nos interpelaban desde la pantalla. Respeto por sus ideales, por su amor a la Patria, sentimiento intolerable para sus asesinos. Respeto por las familias que aquí quedaron: esposos, hijos, padres. Respeto que se respiraba denso y se hacía presente en el silencio el pasado viernes. Respeto convocante que llevó a tantos hombres y mujeres a estar en ese momento, en ese lugar, a despecho de coacciones y amenazas y de la indiferencia de una sociedad que mayoritariamente es inducida a dar la espalda a sus héroes y mártires y a olvidar -casi de manera orwelliana, si me es permitido el término- su propia historia.
Homenaje como respeto manifestado y puesto en acción, no sólo en Plaza San Martín un viernes por la tarde, sino en el día a día. En la perseverancia puesta a prueba durante todos estos años, en el anhelo de un reconocimiento, como elemento esencial de una justicia que seguimos esperando. Homenaje de los que quedaron hacia los que emprendieron el camino, hacia los que “murieron para que la Patria viva”. A los que no lucraron con dineros, bajo la indigna y cómplice forma de subsidios o indemnizaciones, ni lo harían.
Dignidad. Porque en cierta manera, es el respeto que nos asignamos individual y colectivamente, que nos exige coherencia en nuestro obrar. Dignidad que da sustento a la lucha y que nos sitúa en las antípodas de energúmenos, de traidores y de tibios. Dignidad que llevó a muchos a decir presente en Plaza San Martín. Dignidad que conforma autoridad. Dignidad que se encarnó como en nadie en la persona de la Sra. Picón de Viola y en sus palabras.
Foto: "Mabi" Picón (izq), viuda del Cap. Humberto Viola y mamá de Maria Cristina,
ambos asesinados, leyendo su valeroso discurso. En la pantalla, las noticias del 74...
Es que aquellos viriles atributos que sabemos ausentes en algunos mandos, esta Señora los tiene y en grado sumo. Así supo espetar desde su colosal altura moral: “General Bendini, ¿Dónde estaba Ud. en la guerra de los 70?” o “¿Dónde estaban los derechos humanos cuando (a mi esposo y a mi hija María Cristina) los mataron o cuando operaron a María Fernanda o cuando nació mi hija?”.
Y aquí quiero llegar a la frase que resume de forma paradigmática el sentir de todos los asistentes esa noche, en lo que fue sin duda el momento más emotivo provocando, cuanto menos, un nudo en las gargantas. Palabras que, fuera ya del discurso preparado y leído, valen por sí mismas y que hacemos nuestras. Palabras dedicadas a su hija María Cristina:
“Chiquita mía, detenida en el tiempo. Te amo. Te extraño. Te beso.”
Y ahí uno no puede soslayar el rostro de esa niña, mirándonos a todos desde su inocencia. Una vida tronchada no ya por un falaz idealismo de imberbes, sino por la locura asesina de quienes buscaban el terror como medio para someter a la Patria.Y hacemos nuestra esa invocación: Te amamos, te sentimos parte de cada uno de nosotros, hija de esta bendita tierra y de un héroe que la fecundó con su sangre. Pequeña Mártir de una Argentina que no ha muerto ni se ha rendido. Te extrañamos, porque tu vida nos fue arrebatada, privándonos de tu sonrisa y de tu futuro. Te besamos, como se besa la imagen venerada, Angelito dormido, pues por la pureza de tu alma te sabemos en presencia del Señor y por eso imploramos también tu intercesión para nuestra Patria. En la fría y desapacible tarde de un viernes, ese Angelito se hacía presente y nos traía una luz de esperanza a nuestros corazones.No nos rindamos.Un abrazo.
G.C.G."
Foto: "Mabi", hoy (izq, en sombras) y entonces (pantalla),
en el sepelio de sus seres queridos asesinados por los "jóvenes idealistas"
que hoy se dan el lujo de juzgar a quienes los combatieron.
Reflexiones (II) "Ayer, estuve en la Plaza San Martín conmemorando el Día Nacional de las Víctimas del Terrorismo. Fuimos muchos, aunque creo que deberíamos haber sido muchos más. Y no me refiero solo al personal de las FFAA y FFSS. Participé del Acto. Lo viví profundamente emocionado. Durante varios pasajes del mismo, no se si recordando a nuestro muertos, no se si por el sentimiento de impotencia ante la manipulación de la verdad que me toca vivir, avergonzado y levantando bien alto una pancarta con la imagen de una nena de 3 años asesinada, debí ocultar mas de una lágrima. Creo que faltaron algunas palabras recordando a nuestro CAMARADAS detenidos, tan solo por cumplir con su deber. Por supuesto también a sus familiares. No es una crítica a los organizadores del Acto. Para ellos solo tengo agradecimiento Como se aprovechan de nuestras cualidades profesionales quienes hoy inmoralmente nos juzgan....!!!! En el fondo SABEN PERFECTAMENTE que los militares hemos sido formados y educados para CUMPLIR ordenes. Y que en nuestra profesión las ordenes NO SE DISCUTEN. Si no fuera así, quien puede entender, que CIENTOS De Militares, durante una ceremonia en el CMN, soporten VALIENTEMENTE los COBARDES AGRAVIOS vertidos por el Comandante en Jefe de las FFAA. Si no fuera así, quien puede entender que CIENTOS de militares, deseosos de participar del Acto que ayer hemos vivido, NO lo pudieron hacer en cumplimiento de una ORDEN impartida por la superioridad. Los Militares CUMPLIMOS ORDENES. Esto me lleva a la siguiente reflexión. Cada vez tengo más Camaradas INJUSTAMENTE detenidos y en peores condiciones carcelarias. Entonces me pregunto “Porqué ellos se encuentran en esa condición y yo estoy acá escribiendo?”. Se me ocurre pensar, que seguramente, si me hubiera tocado estar en el MOMENTO y en el LUGAR donde ellos estuvieron, el INJUSTAMENTE PRESO, sería yo. En su momento, ninguno pedimos la baja. Tampoco la pidieron ni el actual JEMGE ni los generales que lo acompañan. Desde el lugar donde nos tocó cumplir servicio, todos cumplimos órdenes. Todos combatimos. Yo no creo. que nuestros Camaradas, injustamente detenidos sean responsables de algo, pero si lo fueran, por lo antes dicho, solo son responsables circunstanciales. En el fondo, TODOS deberíamos ser responsables. ¿No seria entonces moralmente ético que TODOS, masivamente, nos presentáramos a la justicia para ser juzgados?. Tampoco puedo dejar de pensar en nuestros Camaradas COBARDEMENTE ASESINADOS. También yo podría haber estado en el lugar de ellos y mi familia hoy sufriendo mi muerte. Terminando con estas reflexiones. Se me ocurrió hoy ingresar a los diarios de FORMOSA. Me lleve una linda sorpresa. Los Militares FUIMOS FORMADOS Y EDUCADOS para CUMPLIR ORDENES. Si la superioridad ordena que los COBARDES MONTONEROS SUBVERSIVOS a quienes debimos combatir, hoy sean llamados JOVENES IDEALISTAS, pues bien, formalmente así deberán ser llamarlos. Pero los diarios locales Formoseños, cuando se refieren a estos JOVENES IDEALISTAS, con motivo del Acto realizado por el 32º aniversario del ataque al Regimiento de Monte 29, los menciona como ORGANIZACIONES MONTONERAS Y SUBVERSIVOS. Ellos no cumplen órdenes...!!! pueden llamar a cada cosa por su nombre.Cnl (R) J.C. Alsina"
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