"El enfrentamiento entre los jueces de la Corte y el gobierno nacional, del que participan también constitucionalistas y especialistas del derecho de primer nivel, gira alrededor de la falta o no de recursos del Poder Judicial y se limita, exclusivamente, a las demoras en los juicios que se sustancian a aquellos que tuvieron la responsabilidad de liberar a la Argentina del flagelo del terrorismo.
"Ante este panorama, es necesario recordar que la Justicia también es remolona (cuando no inexistente) a la hora de instruir las causas en las que están involucrados funcionarios, legisladores o jueces, como, por ejemplo, la contumaz comisión del delito de prevaricato por parte de estos últimos que, por convicción, omisión o corrupción, en su afán de saciar el hambre de revancha de una minoría violenta y rencorosa, vulneran nada menos que 21 garantías del derecho, para privar de la libertad a miembros de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias y civiles que, en cumplimiento de leyes emanadas de autoridades legalmente constituidas y con una doctrina aprobada por ellas, combatieron el terrorismo subversivo.
"Entre ellas sólo citaremos las más groseras omisiones, como la violación del artículo 18 de la Constitución nacional, que establece que ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo, fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, ni sacado de los jueces que designaba la ley antes de los hechos de la causa; la condena por aplicación de prisiones preventivas permanentes y no ajustadas a sus fines cautelares; la violación de los principios de presunción de inocencia, irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada y negación de los derechos adquiridos y aplicación de la ley más benigna y la inobservancia de la garantía constitucional del derecho de defensa.
"Sepa la sociedad que, si continúa tolerando silenciosamente la existencia de una justicia «hecha a medida» para algunos de sus integrantes, el día de mañana esta clase de jueces actuarán de la misma manera a la hora de impulsar juicios, a los efectos de satisfacer los deseos del poder de turno.
"Lo que hoy se consienta, se deberá padecer."
Emilio Guillermo Nani
Teniente Coronel (R)
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