Palabras Pronunciadas:
Concretamos hoy el vigésimo séptimo homenaje a las Víctimas del Terrorismo en esta histórica plaza. Y seguiremos rescatando del olvido pasajes importantes de la historia de los 70 que ayuden a comprender lo sucedido en nuestro trágico pasado reciente. Sólo la verdad histórica y no la memoria parcial podrán contribuir a alcanzar la pacificación tan anhelada por todos los argentinos.
El 31 de octubre de 1974, Isaac Valeriano Yorkis muere asesinado por un comando terrorista montonero en una heladería de la localidad de San Francisco Solano, provincia de Bs.As. El joven, de 26 años de edad, es muerto a quemarropa por pertenecer al sector ortodoxo de la Juventud Peronista.
Al día siguiente, otro comando montonero detona un artefacto explosivo en una lancha perteneciente al Comisario General Alberto Villar, en el Delta del Paraná, causando la muerte instantánea del Jefe de la Policía Federal y de su señora esposa, Elsa Marina Pérez. Cabe destacar que el Comisario Villar había sido designado jefe de la institución policial por el propio Juan Domingo Perón. Pensar que los Montoneros continúan diciéndose peronistas.
El 29 de octubre de 1975, seis terroristas montoneros masacran a tiros al señor Alberto Samuel Salas, que se desempeñaba como Coordinador General de Personal de la firma Fiat Concord. El hecho sucedió a las 8:45 de la mañana, en momentos que salía de su casa para concurrir a su trabajo. Claro, estaban cumpliendo con una de las finalidades de las milicias montoneras, que era hacer desaparecer de la faz de la tierra a los oligarcas explotadores. En la década del 70, ser un empresario exitoso se pagaba con la muerte. La víctima tenía 43 años, estaba casado y era padre de 3 niños de 12, 11 y 3 años respectivamente
El 3 de noviembre de 1975 le llegaría el turno a un dirigente político vinculado a la derecha gremial. En ese momento Ramón Pablo Rojas era diputado nacional por la provincia de San Juan y había llegado a esta representación por su pertenencia al gremio vitivinícola. Empresarios y Sindicalistas estaban en la lista negra del terrorismo marxista.
Un año después, el 3 de noviembre de 1976, otro empresario alcanza la muerte de la mano del terrorismo marxista. Se trata de Carlos Souto, Jefe de Laboratorio de la firma Chrysler Argentina. El hecho sucede cuando la víctima salía de su domicilio para dirigirse a su trabajo. Es interceptado por dos individuos armados, quienes le efectúan un gran número de disparos a quemarropa, provocándole la muerte instantánea. El Ingeniero estaba casado y era padre de tres hijos de 11,6 y 2 años de edad.
Dejamos para el final el emotivo recuerdo y homenaje al Teniente Primero Oscar Abel Lucioni, que encontrara la muerte el día 30 de octubre del año 1976. Este joven oficial del Ejército Argentino había sido herido de muerte por un comando montonero nueve días atrás, en momentos en que salía de su casa para dirigirse a su lugar de trabajo. En ese momento fue interceptado por un comando montonero, que atacándolo a traición le pega 9 disparos en la espalda. El joven oficial igual alcanza a sacar su pistola reglamentaria... y los cobardes asesinos huyen rápidamente... ya que el bravo teniente primero no estaba dispuesto a entregar su pistola reglamentaria. Podrían terminar con su vida, pero no se llevarían su arma... esta era del Ejército Argentino y nunca podría ser empleada por el Ejército mercenario de los Firmenich, los Bonasso y los Kunkel.
Como decíamos la semana pasada, contra estos asesinos, tuvieron que operar nuestros familiares y amigos... ellos no eligieron la guerra. Ellos no buscaron la confrontación. El pueblo argentino los puso al frente de aquellas hordas como escudo protector de la sociedad. Con errores y con aciertos ellos hicieron su parte. Hoy el pueblo argentino no puede, ni debe, darles la espalda.
Muchas Gracias
El 31 de octubre de 1974, Isaac Valeriano Yorkis muere asesinado por un comando terrorista montonero en una heladería de la localidad de San Francisco Solano, provincia de Bs.As. El joven, de 26 años de edad, es muerto a quemarropa por pertenecer al sector ortodoxo de la Juventud Peronista.
Al día siguiente, otro comando montonero detona un artefacto explosivo en una lancha perteneciente al Comisario General Alberto Villar, en el Delta del Paraná, causando la muerte instantánea del Jefe de la Policía Federal y de su señora esposa, Elsa Marina Pérez. Cabe destacar que el Comisario Villar había sido designado jefe de la institución policial por el propio Juan Domingo Perón. Pensar que los Montoneros continúan diciéndose peronistas.
El 29 de octubre de 1975, seis terroristas montoneros masacran a tiros al señor Alberto Samuel Salas, que se desempeñaba como Coordinador General de Personal de la firma Fiat Concord. El hecho sucedió a las 8:45 de la mañana, en momentos que salía de su casa para concurrir a su trabajo. Claro, estaban cumpliendo con una de las finalidades de las milicias montoneras, que era hacer desaparecer de la faz de la tierra a los oligarcas explotadores. En la década del 70, ser un empresario exitoso se pagaba con la muerte. La víctima tenía 43 años, estaba casado y era padre de 3 niños de 12, 11 y 3 años respectivamente
El 3 de noviembre de 1975 le llegaría el turno a un dirigente político vinculado a la derecha gremial. En ese momento Ramón Pablo Rojas era diputado nacional por la provincia de San Juan y había llegado a esta representación por su pertenencia al gremio vitivinícola. Empresarios y Sindicalistas estaban en la lista negra del terrorismo marxista.
Un año después, el 3 de noviembre de 1976, otro empresario alcanza la muerte de la mano del terrorismo marxista. Se trata de Carlos Souto, Jefe de Laboratorio de la firma Chrysler Argentina. El hecho sucede cuando la víctima salía de su domicilio para dirigirse a su trabajo. Es interceptado por dos individuos armados, quienes le efectúan un gran número de disparos a quemarropa, provocándole la muerte instantánea. El Ingeniero estaba casado y era padre de tres hijos de 11,6 y 2 años de edad.
Dejamos para el final el emotivo recuerdo y homenaje al Teniente Primero Oscar Abel Lucioni, que encontrara la muerte el día 30 de octubre del año 1976. Este joven oficial del Ejército Argentino había sido herido de muerte por un comando montonero nueve días atrás, en momentos en que salía de su casa para dirigirse a su lugar de trabajo. En ese momento fue interceptado por un comando montonero, que atacándolo a traición le pega 9 disparos en la espalda. El joven oficial igual alcanza a sacar su pistola reglamentaria... y los cobardes asesinos huyen rápidamente... ya que el bravo teniente primero no estaba dispuesto a entregar su pistola reglamentaria. Podrían terminar con su vida, pero no se llevarían su arma... esta era del Ejército Argentino y nunca podría ser empleada por el Ejército mercenario de los Firmenich, los Bonasso y los Kunkel.
Como decíamos la semana pasada, contra estos asesinos, tuvieron que operar nuestros familiares y amigos... ellos no eligieron la guerra. Ellos no buscaron la confrontación. El pueblo argentino los puso al frente de aquellas hordas como escudo protector de la sociedad. Con errores y con aciertos ellos hicieron su parte. Hoy el pueblo argentino no puede, ni debe, darles la espalda.
Muchas Gracias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario