La muerte constituye siempre un momento de dolor, de pena, de sufrimiento, para todos aquellos que continuamos caminando en este valle de lágrimas. Para los llamados a compartir la Casa del Padre, el paso a la vida eterna representa el alivio y el descanso merecido después de una vida de trabajo. No tenemos ninguna duda de que nuestro Amigo Santiago ya está en el Cielo. Su hombría de bien y la nobleza de su conducta, sobrellevando con la dignidad de un soldado su enfermedad y la injusticia de su detención, nos dan la certeza de que ya está en la cima de la gloria.
Vayan estas palabras de consuelo para sus familiares, sus seres queridos, para todos aquellos que no terminamos de comprender el porqué su muerte lo encontró en la cárcel. Tal vez para recordarnos las consecuencias nefastas del odio en el seno de una sociedad. Porque la injusticia es siempre hija del resentimiento... ya le pasó a Jesús de Nazareth hace 2000 años... ya le está pasando al Padre Christian Von Wernich en el Juicio Oral a que está siendo sometido. El odio no construye, sino que sumerge a los pueblos en la injusticia, en la confrontación, en la muerte.
Quiera Dios que el sufrimiento padecido por este hombre y su familia, nos ayuden a comprometernos más activa y eficazmente en la defensa de quienes en la guerra contra el terrorismo, supieron entregarlo todo para que en nuestra patria siga flameando la bandera celeste y blanca.
Santiago Cruciani, en nombre de todo el pueblo argentino, te decimos gracias, al tiempo que te pedimos perdón por nuestra inoperancia, nuestras flaquezas, nuestras traiciones, nuestros olvidos, nuestras miserias.
Te queríamos ver libre en esta tierra, pero el Padre Eterno nos ganó de mano y te llevó a la libertad plena. Te pedimos que desde el cielo, nos acompañes y nos ayudes a no desfallecer en esta lucha titánica, que por momentos parece imposible.
SUBOFICIAL MAYOR SANTIAGO CRUCIANI - ¡¡¡¡PRESENTE!!!
María Cecilia Pando
Presidente AFyA PPA
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