La Policía Federal Argentina conmemora en esa fecha el Día de los Caídos, en recuerdo a los 24 argentinos asesinados por la organización terrorista "Montoneros", a través de una bomba colocada en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal de la PFA, el 2 de julio de 1976.
En un reportaje, concedido por Horacio Mendizábal a la Revista Cambio 16 de España, decía el oficial montonero: "La colocación de la potente bomba que destrozó la Superintendencia de Seguridad Federal ofrece características similares a la Operación Cardozo, aunque el explosivo era sensiblemente mayor, nueve kilos de trotyl y cinco kilos de bolas de acero, accionado por un dispositivo de relojería, introducido en el edificio por un compañero que estaba infiltrado y que había entrado durante una semana con un paquete similar, pero inofensivo, como prueba. Cuando vimos que todo andaba bien se lanzó la operación que también sirvió para demostrar la alta moral y serenidad de nuestros combatientes, porque el compañero que accionó el dispositivo estuvo almorzando allí y se retiró siete minutos antes del lugar."
El autor material del hecho, Juan Carlos Salgado, confesaría oportunamente que había recibido el artefacto explosivo de manos directas del pseudo escritor Rodolfo Walsh, quien conducía, secundado por Horacio Verbitsky, el sanguinario aparato de inteligencia de la organización terrorista montoneros.
Ningún terrorista ha sido juzgado o condenado por este crimen de lesa humanidad.
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