lunes, 28 de septiembre de 2009

Vivencias de una esposa de un Preso Político argentino en Uruguay

CONGRESO DE UNOAMERICA


Con mil preguntas llegué a Montevideo esperando encontrar solo algunas respuestas.
Mientras nos preparábamos ansiosas por asistir a las primeras charlas del Congreso, recibimos de los uruguayos toda clase de atenciones y consideraciones hacia nuestra delegación.

Quizá lo más importante era saber que ambos, uruguayos y argentinos, estábamos preocupados en expresar diferentes facetas de un mismo problema. Teníamos que empaparnos de información para juntos dar batalla.

Abrió el Congreso su Presidente el Ingeniero Peña Esclusa, luego se presentaron las delegaciones de Bolivia y Colombia. Escuché atentamente cada disertación concluyendo que a pesar de tan diferentes latitudes, climas y culturas, estos países sufrían los mismos males que el mío.

Paramos al medio día para almorzar, y nos invitaron a visitar a los militares presos de Uruguay.
Sin dejar de hablar en el viaje ni un minuto sobre ellos y los atropellos jurídicos a los que son sometidos llegamos a su prisión. Tendría que estar habituada a entrar a la cárcel, pero aún hoy, me impacta saber que en ellas están hombres dignos que pelearon y arriesgaron su vida en defensa de su Patria.

Vi entonces una mujer que acarreaba un botellón de agua y vivieres... de inmediato comprendí que ambas pasábamos por las mismas experiencias, y que seguramente tanto ella como yo, nunca hubiéramos soñado estar viviendo estas realidades.

Pasamos por la requisa y las rejas se iban cerrando a nuestras espaldas con un sonido sórdido que retumbaba más en el corazón que en los oídos.

Allí estaban esperándonos un grupo chiquito de militares, serían cinco mas o menos... en sus caras vi emoción, dignidad, dolor, esperanza, impotencia y alegría al saludarnos, entonces también comprendí que a ellos les pasaba lo mismo que a los nuestros: son Presos Políticos de un gobierno vengativo que ejerce un terrorismo histórico, jurídico, mediático, donde se falsea la historia, se condena sin juicios justos y donde se manipula la opinión publicada.

Compartimos el almuerzo con sus familias, era su día de visita. Al charlar con ellas percibí sus miedos, sus frustraciones, sus luchas y sus esperanzas. Todo me era familiar.

La visita fue breve y ya teníamos que regresar al Congreso, porque nos tocaba a los argentinos contar nuestras realidades.

Nos despedimos en el patio dejando atrás un grupo de hombres de pie, intactos moralmente. No me sorprendió su entereza, porque es la misma que veo cada semana en las visitas al penal en nuestra Argentina. Nos dieron saludos para los nuestros, y muchas fuerzas para nosotras.
Salí en silencio, pensando que no importa de donde sean... los SOLDADOS son iguales en todo el mundo... sería imposible doblegarlos.

Con una reseña ajustada estrictamente a la historia explicaron los panelistas argentinos los hechos que nos condujeron hasta esta realidad de tener hoy Presos Políticos en Argentina. Me invitaron a dar testimonio por ser esposa de uno de ellos. Luego invitaron a Cecilia Pando a relatar los hechos mas sobresalientes en el juicio del Padre Von Wernich.

Al día siguiente le toco el turno a Honduras y Uruguay. Fue una jornada interesante e intensa. Se redactó una declaración en la cual se denuncian claramente la existencia de Presos Políticos, por haber combatido o combatir actualmente al terrorismo, en Argentina, Uruguay, Colombia y Perú; a ellos se les suman otros presos políticos por oponerse a los gobiernos de Bolivia y Venezuela. Cerró el Congreso el ex Presidente Julio María Sanguinetti.

Habiendo escuchado a cada una de las delegaciones sus historias, sus horrores y sus preocupaciones, puedo afirmar con certeza que hay un solo patrón que se repite casi con exactitud en cada país de nuestra América y un solo hilo conductor manejado por un enemigo en común.

Dios nos dé a los hombres y mujeres de bien la fortaleza moral para prevalecer frente a todo.

Buenos Aires ,septiembre de 2009

No hay comentarios.: