miércoles, 2 de septiembre de 2009

35to Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en Plaza de Mayo

Como todos los primeros martes de cada mes, el día 01 de setiembre a las 18:00 horas, se llevó a cabo el Trigésimo Quinto Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en la Plaza de Mayo. Bajo un cielo gris y amenazante, los presentes pintamos nuevamente el símbolo de las víctimas, poniendo de manifiesto que Nunca Más permitiremos que se mutile la historia de nuestra querida patria. A todos los que pudieron acompañarnos, muchísimas gracias.

Palabras pronunciadas por el Mayor (R) Pedro Rafael Mercado

Y aquí estamos de nuevo. Constituye este el Trigésimo Quinto Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en esta histórica plaza. Como todos los primeros martes de cada mes, nos reunimos para rescatar del olvido a todos aquellos que murieron asesinados por la perfidia terrorista. Y lo hacemos sin odio, sin ánimo de revancha, con la única finalidad de contribuir a la construcción de la historia, una historia completa, sin manipulaciones de ninguna especie, que nos ayude a comprender la magnitud de la tragedia sufrida por los argentinos en la década del 70. Sólo si asumimos nuestro pasado en su plenitud, podremos caminar sin complejos hacia el futuro.

Durante los meses de agosto de la década del 70, cuarenta y ocho fueron las víctimas que encontraron la muerte de la mano del terrorismo. Nueve efectivos de las Fuerzas Armadas, Siete de las Fuerzas de Seguridad, veinte de las Fuerzas Policiales y 12 civiles, perdieron la vida, porque un grupo de iluminados se propuso imponer a sangre y fuego su proyecto político de país. No peleaban por la democracia, no les interesaban los derechos humanos, no les preocupaba sembrar de sangre el terruño de nuestra patria… les interesaba el objetivo a alcanzar: la construcción del socialismo y el destierro definitivo de la libertad. Asumir esta verdad constituye el punto de partida para comprender la complejidad de los años 70... y el punto de partida también para alcanzar la Concordia Nacional. Las medias verdades sólo contribuyen a sembrar resentimiento…y el resentimiento prepara el camino para el odio y la confrontación.

Y al hablar de medias verdades, no puedo dejar de lado el referirme a un hecho protagonizado días atrás por el actual Secretario General del Ejército Argentino, General de Brigada Hugo Domingo Bruera. Fue este oficial del Ejército, quien en el marco de un Seminario de Relaciones Públicas, invitó a una Abuela de Plaza de Mayo a exponer sobre su historia de vida. Al decir del general Bruera, la exposición había culminado con la “explosión de los oyentes en un aplauso espontáneo, con rostros emocionados que ponían en evidencia que se había llegado al corazón de los oficiales”.

Tuve oportunidad de hablar con un testigo presencial de este hecho, quien me informó del verdadero sentimiento de los oficiales presentes. Los “pocos” que aplaudieron, no lo hicieron producto de la emoción, sino por la natural cortesía que tiene toda persona educada que concurre a un evento imprevisto, aunque no lo termine de asumir.

El verdadero sentimiento de los presentes fue el de una profunda frustración personal, no tanto por la presencia de una Abuela de Plaza de Mayo en el Seminario, sino por la ausencia de un testimonio de similares características de una víctima del terrorismo, que equilibrara la balanza, y contribuyera de esa forma a comprender el pasado integral de nuestra querida patria.

Y para asumir nuestro pasado hay que escucharla a Buscadita Roa, pero no por ello hay que silenciar a los Ibarzábal, los Larrabure, los Amelong, los Albornoz, los Genta, los Sacheri, los Rucci… en suma, a la totalidad de las víctimas del terrorismo… de ese terrorismo sin el cual, la tragedia de los 70 nunca habría existido.

Muchas gracias.

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