viernes, 31 de mayo de 2013

Repudiamos la agresión que se produjo contra un militar ilegalmente detenido

Los hechos:
Oportunidad: El día miércoles 29/05/13, en horas de la tarde.

Lugar: Alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py (Unidad 29 del SPF)

Debido a que se iba a dictar sentencia a un grupo de delincuentes “pesados”, el personal del SPF, había adoptado una serie de medidas cautelares propias de las circunstancias, como –por ejemplo- ingresar de a varios en el sector de celdas y contar con el apoyo del  grupo GEI (Grupo Especial de Intervención).

Como siempre (y por ello ya los presos comunes las tienen identificados), los primeros calabozos son ocupados por los Presos Políticos (son los que llaman “los calabozos de lesa”). Ese día, se encontraban Ricardo Cavallo, que concurría a la audiencia del juicio “ESMA”, y Oscar Feito

Y apareció el error humano: un celador entró solo al sector de calabozos comunes, y al proceder a abrirlo, lo “manotearon”, le pegaron lastimándolo gravemente y le quitaron los “piques” (llaves para abrir esos calabozos). Procedieron a liberar a todos los presos y se dirigieron a “los calabozos de lesa”.
No estaba la llave de ese calabozo, y Oscar Feito se encontraba solo, debido a que Cavallo había concurrido a la sala de audiencias. Los presos comunes arrancaron literalmente la puerta del calabozo y procedieron a agredir a Carlos Feito, por el sólo hecho de encontrarse allí, tildándolo de “represor”; identificándose, los agresores, como pertenecientes al “Batayón Militante”, que responde a las órdenes del Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Dr. Víctor Hortel. Asimismo procedieron a romper todas las pertenencias de Cavallo, las que habían quedado en ese calabozo.

Feito debió ser suturado (seis puntos) por una herida cortante en su cabeza, presentaba múltiples escoriaciones y contusiones y heridas punzantes en sus miembros inferiores; quedó –prácticamente- “bañado en sangre”.

Esa misma noche fue trasladado el Hospital Militar de Campo de Mayo, dónde quedó internado luego de que se le realizara una tomografía computada.

Cabe destacar que, casi inmediatamente, ingresó el grupo GEI por el acceso posterior y redujo a los agresores, pero la acción ya se había desarrollado. Fue el comentario generalizado del personal de SPF presente, que ya “estaban cansados” de informar a las autoridades judiciales, que deben encontrar un lugar para alojar a los Presos Políticos, debido a que ya existían antecedentes y ellos sabían de las intenciones y amenazas preexistentes de atentar contra la vida o integridad física de los mismos, por parte de los presos del “Batayón Militante” y los identificados con “La Cámpora”.

Las conclusiones y la probable evolución:
Lo ocurrido en la Unidad 29 del SPF, puede ocurrir (y en una mucho mayor magnitud) en cualquier unidad del SPF que aloje Presos Políticos.

Éstos son un “blanco rentable” para integrantes del “Batayón Militante”, que se encuentran organizados en TODAS las unidades penitenciarias y como “fuerza de choque” de “elite” de “La Cámpora”. Compuesto por asesinos, ladrones violentos, violadores y todo tipo de carroña social, normalmente jóvenes en edad.

Es decir, los Presos Políticos, constituyen una “población en riesgo” en cualquier cárcel dependiente del SPF, por mayor esmero que ponga éste en evitar el contacto.
Por lo tanto, se debe responsabilizar a todos y cada uno de los jueces que deciden el alojamiento de todo Preso Político en una unidad dependiente del Servicio Penitenciario.

Pero existe también otra posibilidad; y es que en defensa de su integridad un Preso Político lastime, hiera o mate a un militante del “Batayón”. Entonces ¿qué van a decir? ¿que un “represor” nuevamente mató a un “joven idealista”?
Porque la diferencia, si la hay, entre esta situación planteada y lo que ocurría con la delicuencia terrorista de los años ´70, es ínfima.

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