Cuando el 18 de junio pasado Cecilia Pando –esposa del ex mayor Pedro
Mercado y vocera de un sector de militares, en particular de los procesados y
condenados por crímenes de lesa humanidad– le envió una carta al papa Francisco,
jamás pensó que obtendría una respuesta.
Menos aún que desde el Vaticano le contestaran que el Papa piensa que “una
sociedad más justa puede nacer sólo de corazones reconciliados con Dios y con la
historia”, que “comparte el dolor y la preocupación de tantas familias con seres
queridos detenidos” y que “pide a Dios que el pueblo argentino” avance por “las
sendas de la concordia y la reconciliación”.
La
mujer del mayor Mercado le había enviado una felicitación al Papa ni bien fue
nombrado y allí también le planteaba que rezara “por los más de mil militares
que están ilegalmente detenidos y por los 200 presos que murieron en cautiverio
por abandono de persona, y por sus familias que están sufriendo mucho”, según
contó a Pando a PERFIL. “Y le dije que ellos rezaban mucho por él y que el
cautiverio los ayudó a acercarse más a Dios”, agregó.
Los más de mil militares a los que aludía la carta están siendo, o fueron,
juzgados en su mayoría por delitos de Lesa Humanidad, cuyos juicios fueron
impulsados por las organizaciones de Derechos Humanos y con el apoyo del
gobierno nacional.
Menos de un mes después llegó la respuesta con la firma de Angelo Becciu,
secretario para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado vaticana. “El
Santo Padre continúa estando cercano a cuantos en esa Nación sufren por razones
diversas y pide en su oración por cuantos carecen de libertad exhortando a que
se tutelen y promuevan los derechos fundamentales e inviolables de la persona
humana”, se puede leer en la carta, fechada el 3 de julio. “Además El (por
Francisco) es consciente – continúa – de que una sociedad más justa puede nacer
sólo de corazones reconciliados con Dios y con la historia, ya sea personal como
comunitaria”.
Becciu,
quien trabajó en Cuba dos años y luego asumió su cargo en el Vaticano en mayo de
2011, reveló en su misiva que Francisco “ha hablado con los obispos argentinos
sobre estos delicados temas, invitándolos a acompañar a cuantos carecen de
esperanza y necesitan de solidaridad y atención”. Sobre el epílogo de la carta
el arzobispo escribió: “Su Santidad, que comparte el dolor y la preocupación de
tantas familias que se encuentran en dificultad por tener detenidos a sus seres
queridos, pide a Dios que conceda al pueblo argentino avanzar por las sendas de
la fraternidad, la concordia y la reconciliación”.
“La carta la recibí hace diez días aproximadamente. No esperaba la
contestación. No lo podía creer”, explicó Pando. Y reveló que Jorge Bergoglio,
como arzobispo de Buenos Aires, la había recibido hace un año y medio junto a un
grupo de mujeres vinculadas a los militares presos. “Nos pidió que rezáramos y
que no perdamos la esperanza”, recordó.
“Le mandé una carta como cualquier persona. Pero sé que contesta
prácticamente a todos. Siempre ha sido muy atento”, concluyó Pando.
Se certificó que el correo no
contiene virus.
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1 comentario:
(TW: @cltraboulsi)
Somos nostros los laicos que debemos comprometernos, y no los sacerdotes, quienes sólo nos alientan.
http://www.democraciacristiana.com.ar/2007/04/21/ano-2007-la-dc-defiende-a-bergoglio/
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